La equinoterapia, o equitación terapéutica, ayuda a los niños con trastornos neurológicos utilizando el movimiento y la interacción con un caballo para mejorar su bienestar físico, mental y emocional. Así es como funciona en términos sencillos:
Mejora el equilibrio y la coordinación: Cuando un niño se sienta en un caballo, los movimientos naturales y rítmicos del caballo imitan el modo en que se mueven nuestras caderas al andar. Esto ayuda al niño a desarrollar mejor el equilibrio, la postura y la fuerza muscular, aunque tenga dificultades para caminar por sí mismo.
Desarrolla la conciencia sensorial: Los caballos proporcionan una rica experiencia sensorial. Sentir el calor del caballo, oír sus sonidos y moverse con su paso estimulan los sentidos del niño. Esto ayuda a los niños con problemas de procesamiento sensorial a aprender a manejar las distintas sensaciones con más comodidad.
Fomenta la concentración y la comunicación: Para montar o interactuar con un caballo, los niños suelen tener que dar órdenes, seguir instrucciones o utilizar gestos. Esto fomenta la comunicación y les enseña a centrarse en las tareas paso a paso.
Aumenta la confianza y el bienestar emocional: Establecer un vínculo con un caballo puede ser muy fortalecedor. Cuidar y montar un animal tan grande puede dar a los niños una sensación de logro y confianza en sí mismos. Los caballos no juzgan, lo que los convierte en compañeros tranquilizadores, que ayudan a los niños a controlar la ansiedad
o la frustración.
Fomenta la interacción social: La equinoterapia suele realizarse en grupo, con instructores y compañeros. Esto crea oportunidades para que los niños practiquen habilidades sociales, hagan amigos y se sientan parte de una comunidad solidaria.
Estimula el cerebro: Montar a caballo activa distintas partes del cerebro porque implica planificación motora, resolución de problemas y coordinación. Esto puede mejorar la función cerebral con el tiempo, ayudando con las habilidades motoras y el desarrollo cognitivo.
En resumen, la equinoterapia utiliza las cualidades únicas de los caballos para ayudar suavemente a los niños a fortalecer sus cuerpos, calmar sus mentes y fomentar la confianza, todo ello de forma divertida y atractiva.